domingo, 30 de enero de 2011

Diálogo de sentimientos

Death knocking at the door--again.photo © 2007 Lisa | more info (via: Wylio)- (Toc Toc) ¿Alguién allí ya está de visita? Quiero entrar -toca la Alegría con euforia en sus dedos.
- No hay nadie, no hay espacio -dice la Tristeza vestida de sorpresa.
- Pero ¿cómo?, si me estás respondiendo -replica la primera.
- No soy un huésped, ya vivo aquí -susurra la Tristeza y apaga la luz.

- El espacio se hace pequeño -murmuró la Tristeza.
- ¿Pequeño?, pero si caben 100 amaneceres -dijo con asombro el Pensamiento.
- No lo creo. Hace tiempo que la penumbra instaló sus maletas -silenció el Pesar.
- Entonces... ¿por qué la Alegría quería entrar? -preguntó la Tristeza con sus dientes rotos.

- No sé qué intenciones destila la Alegría -aseveró cautelosa la Tristeza.
- Yo tampoco. Se me olvidó a qué sabe ese néctar que liba -secundó el Pesar.
- ¿Y si ocultamos la entrada con temores y confusión? -preguntó la primera.
- Sí, así le ponemos una venda distractora en sus ojos y no podrá llegar -dijeron ambos al unísono.

Escrito un día de diciembre 2010 que ahora no recuerdo.

lunes, 24 de enero de 2011

Los cielos de Caracas


El cielo de enero en Caracas es un regalo divino. Es un cielo que se transforma en muchos: azules múltiples, intensos, frescos y vibrantes... de esos tonos se viste la ciudad.

Al despuntar el día, la polis comienza a teñirse de un celeste puro como aquel que siempre se extinguía rápido de la caja Prismacolor que, cuando pequeña, me compraba mi papá. Y así, horas de por medio, el azul avanza fijo, salpicado por alguna nube traviesa. Vívido, va regalando fuerza y coquetea incesante con El Avila, esa montaña silente que protege sueños y temores de nosotros los caraqueños.

Y con el ocaso, la danza entra. Azules y naranjas, violetas e índigos se toman de las manos y revolotean en el atardecer. Apartar la vista de esa pintura es casi imposible, porque es una brisa fresca e impetuosa, porque es una válvula para que el espíritu se regocije y se prepare para el descanso. Esa imagen transformadora fue la que esa tarde rozó mis ojos, desde mi balcón y con la mirada clavada en la pista de La Carlota.

¿Qué dádiva más vigorizante podría darnos el primer mes del año? Me alegra que todavía nos cubra ese azul, el siempre vivo azul de los cielos de Caracas.

Fotografía: Gloria Calderón, 23 de enero de 2011

lunes, 10 de enero de 2011

En construcción

250/365 - Bricksphoto © 2010 Kenny Louie | more info (via: Wylio)

Esa es la frase que suele acompañar el inicio de una página justo cuando está en su génesis.
Hoy me toca el turno, así que me dispongo a construir historias... las mías, las de muchos.